Aún hoy me cuesta entender porqué nadie se había preocupado de hacer un cortinas-killer que --seguramente en mi ignorancia-- se me antojaba relativamente simple (oscurecimiento por tratamiento sensible a campos eléctricos/magnéticos en el vidrio, dos capas de vidrio con algún liquido entre ellas...) y probablemente no demasiado caro.
Y hoy veo en el gadgetoblog que Philips ha presentado algo parecido. Aunque como dirán Les Luthiers.. te pasaste, macho. No hacía falta tanto, con un oscurecimiento gradual manejado con un mando a distancia, o incluso con un potenciómetro a mi ya me valía. A ver cuando se puede poner en casa.