Claro que si de pequeño te hicieron tocar repetidamente la parte del violonchelo del canon --8 notas repetidas hasta el infinito-- puede ser normal que te haya quedado alguna secuela. Como a Rob Paravonian. Hacía mucho que no me reía tanto.
Y por cierto, que el Canon no es en Do, como ponen en Al Abordaje, sino en RE.
Via Al Abordaje