El pasado sábado tuve la oportunidad de asistir a la primera (seguro que no será la última) edición de
TarugoConf, la conferencia
galega organizada por
David Bonilla (
@david_bonilla) para (no sólo) los suscriptores de la
Bonilista, una newsletter semanal que David publica desde hace 5 años.
Acostumbrado a ir a conferencias 100% técnicas, la experiencia era nueva: se preveía mas como un
netwoking masivo de +100
amiguetes de David, pero no fué solo eso, ni mucho menos. Si bien la mayor parte de la gente conocíamos personalmente a David previamente, otras personas llegaron
de nuevas. Porque -no le he dicho- la asistencia era por invitación: no era posible acceder al sistema de entradas sin invitación previa. Para algunos eso convirtió el evento en algo
elitista aunque creo que decir eso sería exagerar, y mucho: conozco alguna persona que simplemente lo pidió por Twitter y tuvo su invitación. ¿Suerte tras completar el cupo inicial?. Tal vez, pero también la demostración de que si querías ir, debías haberlo intentado. Desconozco cuanta gente pidió invitación y quedó fuera.
David es un fuera de serie. Le conocí en 2012 durante el
Spring I/O de 2012, que provocó
un cambio profundo en mi forma de abordar el desarrollo y la mentalidad de mi empresa. David era en aquella época representante (
embajador) de Atlassian. Nuestro común gusto por las camisetas (aún conservo la de Angry Nerds de Atlassian) sirvió para comenzar la conversación. Por supuesto, desde entonces usamos Jira, Confluence y gracias a otras charlas que preparó mas adelante, tambien comenzamos con BitBucket y dimos el paso a Git. No podría estarle mas agradecido por todo aquello y por la dosis semanal de reflexión desde entonces con la Bonilista.
Asi que cuando me llegó la invitación (sinceramente, no la esperaba, estaba seguro de que habría otros compromisos más prioritarios) no lo dudé y compré la entrada inmediatamente. Gran acierto, como se fue demostrando según se acercaban los días y se empezaban a conocer detalles, programa, ponentes e incluso asistentes.
El evento se celebró en
Campus Madrid, que se ha convertido en poco mas de un año en el sitio de referencia para organizar todo tipo de
saraos tecnológicos. La comida sería en una zona descampada muy cercana (probablemente pertenezca también al Campus) dado que David se empeñó en hacer una pulpeirada gallega y en la cafetería del Campus la cosa parecía complicada de realizarse.
Con respecto a los ponentes y el evento:
un 10 en organización y charlas. Y un gran acierto el permitir unos largos turnos de preguntas tras cada una de las ponencias.
No voy a hacer ni mucho menos un comentario exhaustivo de todas las charlas, pero si me gustaría comentar cosas de alguna de ellas.
Comenzó abriendo las charlas
Javi Santana de
Carto (antes CartoDB). Habló sobre quien da dinero «
la gallina» de verdad (las empresas, no los usuarios), las ventajas de tener un equipo que de soluciones a medida a empresas mientras otro se centra en el
core del producto o de la importancia de mantener el espíritu inicial de la empresa, al menos entre los fundadores, para no acabar como grandes empresa impersonales y, digamos,
evil. Tambien, para tomar nota, el contar con gente de mas nivel que uno mismo en ciertos aspectos en los que se pueda confiar y que sepan lo que hacen porque tienen experiencia en ello.
Después fué el turno de
Jorge Galindo. Muy inspiradora la experiencia de un gaditano que viaja a Seattle para volver a su tierra tras pasarlo mal un par de veces y encontrar una forma de salir adelante:
47 Degrees. Interesante y realista el concepto de estar en las comunidades (Scala en su caso) para ser conocido y que los clientes vengan a ti. Muy grande.
Una de las mas reveladoras para mi fué «La Culpa es siempre del diseñador» de
Jimena Catalina donde dejó muy claras las responsabilidades de los diseñadores con respecto al resto de equipos en un desarrollo y los problemas de interacción con los mismos, desde la direccion a los programadores. También las típicas coletillas (que todos, o al menos yo, hemos usado) que molestan porque no tienen sentido («anda, dale una vuelta», «lo quiero como Apple pero con personalidad propia»), el usar términos subjetivos como medida («esto me/no me gusta»: el diseño tiene que cumplir un objetivo de negocio, no gustar o no gustar a los socios de la empresa) o la necesidad de interacción para explicar en persona o mínimo por teléfono porqué se han tomado decisiones de diseño.
Dedicó tambien un rato a hablar de la necesidad de conocer la experiencia y necesidades del equipo de desarrollará el diseño y el mantenimiento posterior: no es lo mismo alguien que coja las imágenes y sea capaz de maquetarlas e incluir el framework javascript (si es que se conoce) correspondiente a un equipo sin experiencia al que haya que darle todo mas preparado.
Muy importante también la necesidad de que los diseños sean modulares, no cientos de pantallas completamente pre-diseñadas que probablemente cambien en cuanto haya que incluir un nuevo campo en un formulario sino módulos intercambiables que los desarrolladores puedan usar para crear cualquiera de las pantallas "de verdad".
Y para finalizar, durante el turno de preguntas, preguntada por la "presunción de arte" de los diseñadores dejó una
perla para la posteridad: «El artista intenta expresar algo que tiene dentro. Un diseñador trabaja para otro y tiene que cumplir un objetivo» .
Para enmarcar.
No me extenderé sobre la charla de
Juanjo Mata , demasiado técnica (economía de startups) para mi nivel aunque tomé algunas ideas interesantes (plantearte si realmente tu producto es internacionalizable antes de querer "salir por salir fuera", hacer cosas que le gusten a la gente, implicar económicamente a los empleados en una startup, plantearse si quieres ir a USA a vender o a gastar).
Una de las mas esperadas era la de
Alberto Molpeceres @molpe por el
hype que tantas veces ha creado David cuando propone votaciones para tema de la Bonilista y una de las opciones es «
lo que diga Molpe». Y no defraudó con una charla que a todo el mundo sorprendió (y gustó) sobre su experiencia en conciliación familiar. Tomé unas cuantas notas. Bastante personales casi todas ellas. Sólo decir que me hicieron reflexionar sobre el (mucho) tiempo gastado (y que desde hace algún tiempo intento recuperar) en temas que, ahora veo claro, no tenían la importancia que les daba en su momento. Un
11 sobre 10 para esta charla.
Inés Luna nos habló de los problemas y soluciones creando un equipo de soporte para los clientes. Algunas soluciones con gran sentido común (hacer mas caso a los clientes que al Producto Manager, tener un centro de ayuda con documentación actualizada, y actualizarla cuando los clientes preguntan, empatia con los clientes, automatización de tickets con Zendesk, la posibilidad de que los clientes estén contentos con el soporte pero sean detractores del producto, comunicación de los cambios antes de presentarlos a los clientes...) para problemas que en mi empresa nos hemos encontrado mas de una vez. Tomo nota. Las slides de la charla están
disponibles online en slideshare
Divertida, muy divertida, fué la charla de
Jesus Monleón sobre la creación de equipos de ventas. Contó de forma muy divertida su experiencia en eMagister y Trovit y remarcando la importacia de tener un producto que
se venda solo, la generación de afinidad con la marca (por ejemplo teniendo detalles como pequeños regalos con los clientes) y los posibles problemas con retribución variable a los equipos comerciales.
El ultimo ponente fué
Diego Mariño de DucksBoard, uno de los grandes nombres conocidos por un gran producto y que fué comprado hace no mucho por NewRelic. Muy buena la charla, otro
11 sobre 10. Entre los puntos a destacar, el no perder demasiado tiempo con una super-mega-interfaz de usuarios (aunque sin descuidar el diseño con buena UX) e invertir en APIs. El error de contar con un solo plan de pago para clientes (mejor varios, de los cuales uno sea realmente caro: hay clientes que lo pagarán). No infravalorar las hojas excel (que muchas veces son las que mueven el mundo), quitarte a los clientes malos (los que no pagan y dar el 80% de los problemas) y la imposibilidad de hacerse rico vendiendo software en España.
Hasta aqui llegaron las ponencias normales. El (pen)ultimo acto del dia fué una mesa redonda sobre medios de comunicación con
Antonio Ortiz,
Eduardo Arcos,
Miguel Angel Uriondo y
Miguel Castillo. Corta, se me hizo muy corta, tal vez por el formato (una pregunta y cuatro respuestas cada vez) y por la falta de preguntas desde el público. Interesantes las diferencias de puntos de vista en algunos aspectos y la coincidencia en otros. Lo mas nombrado: la falta de cultura del pago por información en España. Sin pago no hay medios libres e independientes. Y conseguir información para que la gente pague cuesta dinero. Circulo vicioso dificil de romper.
El cierre del evento lo hizo el propio David dando las cuentas económicas completas del evento: «¿Porqué es una mala idea hacer un evento en España para ganar dinero?». Poco mas hay que decir sobre como le ha salido de rentable económicamente.
Pero por supuesto, no todo fueron charlas. Habría que hablar también de la comida: Pulpo, mucho pulpo que los alérgicos nos perdimos con gran pena. Pena que tuvimos que combatir a base de empanada gallega. Cerveza personalizada.
La gente. La gente.... Que gran ambiente. Probablemente el mayor acierto de la conferencia haya sido el esfuerzo de David por juntar a gente que ha trabajado para algo. Que tenia experiencia en montar negocios, fueran éxitos o fracasos pero que no sean conocidos por vender humo. Y el esfuerzo en intentar hacer que habláramos entre nosotros (por ejemplo: dentro de la bolsa de recepción había un sobre con un
desafío personal para cada uno. Independientemente del tipo de reto, el objetivo en todos ellos era claro: que la gente hablara entre si. Que salieras de tus amigos habituales y hablaras con el resto. Una
enorme iniciativa.
¿Como no hablar de los magníficos SketchNotes dibujados en tiempo real por
Javier Alonso?
¿Como no hablar de la cena post-charla donde hubo cervezas y un excelente ambiente?
¿Como no agradecer a
Candela,
Yeray y
Jerónimo la gran currada que se han pegado?
En resumen, un evento
imprescindible que esperemos que vuelva el año que viene. O antes. Aunque ya sabemos la forma de hacerlo: «David:
no hay huevos a repetir»
Unas notas finales: